El presidente de la Asociación Civil de Padres finaliza su paso por nuestra institución.

En este cierre de ciclo despedimos a algunas personas que pasaron por nuestro colegio. Una huella marcada deja Julio Romero, presidente de la Asociación Civil de Padres, quien finaliza su gestión. Julio fue parte de nuestra institución desde hace más de una década de manera activa, ocupando diversos cargos directivos y conduciendo nuestro querido colegio. Sus hijos, Roció, Macarena y Francisco (quien finaliza el Nivel Secundario este año), formaron parte de la comunidad educativa siendo alumnos.

julio romeroSu profunda huella en la historia del colegio se hace evidente por su presencia en momentos de gran trascendencia como el 50 Aniversario, la firma del Convenio con el Arzobispado, la multitud de actos protocolares y especialmente las fiestas patronales.
Julio es una persona que prioriza el hacer antes que el decir, busca soluciones permanentemente y en su paso por el colegio priorizó siempre el crecimiento de la institución. Julio fue un presidente que estuvo presente en el accionar diario, con gran dedicación y pasión.

Se dedicó a impulsar obras de construcción necesarias para la mejora del funcionamiento del colegio, como el cambio del techo de policarbonato del patio principal, la modernización de los baños, la instalación de cámaras de seguridad, la ampliación de espacios físicos, las obras en el Campo de Deportes y la prioridad de incorporar tecnología para modernizar la educación y el equipamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Su dedicación además, se pone en evidencia en una constante vocación de servicio hacia los demás en diferentes ocasiones como la participación activa en viajes institucionales, campamentos, festejos patronales, fiestas de fin de año, actos escolares, etc.

Hoy Julio sigue su camino y nos deja grandes enseñanzas, ya que todo su accionar fue impulsado permanentemente por un constante amor por nuestra institución y una total predisposición y entrega. Agradecidos, saludamos a Julio con un cálido “Hasta siempre”.