Máximo Costa (12) fue reconocido en el colegio Corazón de María, de la Quinta Sección, por tener asistencia perfecta desde que comenzó el jardín en la salita de cinco. 

Máximo Costa es un adolescente de 12 años como cualquiera, uno más dentro de un curso que está poniéndole el punto final al primer ciclo escolar de la vida para comenzar a recorrer el camino de la secundaria. Sin embargo, este mendocino se destaca por algo que no es para nada habitual en esta época: tiene asistencia perfecta.

Desde que comenzó la salita de cinco en el jardín del colegio Corazón de María, de la Quinta Sección, hasta el viernes que se realizó el acto de colación de grado, donde se celebró el paso de los alumnos de séptimo a la secundaria, Máximo jamás faltó a una jornada escolar.

Según él, es porque “casi nunca me enfermo”, aunque aseguró que le gusta mucho ir a clases, porque la pasa muy bien con sus compañeros y sus profesores.

“Me gusta hacer la tarea en clase y en mi casa también sigo estudiando. Los fines de semana los aprovecho para hacer otras cosas”, explicó con sencillez el agasajado.

En total, recibió cuatro diplomas. Uno de honor junto con una medalla por haber sido primer escolta de la bandera papal, otro por pasar con éxito a la secundaria, otro por asistencia perfecta durante 2015 y, por último, la distinción de honor por no faltar nunca en 8 años. Contando los recibidos en años anteriores, acumula un total de 11 diplomas.

“La meta me la propuse a principios de este año, ya que cuando me dieron el de sexto, opté por el desafío de cumplir toda la primaria sin faltar”, recordó.

Máximo además tuvo el honor de ser durante este año primer escolta de la bandera papal, puesto que es otorgado por la votación de todos los integrantes del curso.

“Cada uno pone su voto donde tiene que justificar la elección. Yo salí abanderado, pero en realidad soy primer escolta porque el abanderado actual obtuvo los mismos votos que yo, que fueron trece, entonces hubo que hacer un desempate y ganó él por tres”, relató.

En cuanto a su rendimiento académico, asegura que le ha ido bien pero no se considera tan inteligente como para aspirar a la Bandera, sino que las buenas notas las obtiene en base a su esfuerzo.

Sus materias preferidas son matemática y ciencias naturales, donde destaca que tiene profesores muy buenos. En el futuro le gustaría estudiar Ingeniería en Biotecnología, ya que le gusta y maneja bien la tecnología.

Orgullo para padres y maestros

Los papás de máximo, Silvia y Osvaldo, coincidieron en que el reconocimiento a su hijo les genera un gran orgullo, pero que es todo mérito de Máximo, ya que desde su lugar de padres lo único que hicieron fue apoyarlo e incentivarlo.

“Las decisiones importantes las tomó él, que quiso llegar al final de la primaria con asistencia perfecta y lo ha logrado”, expresó feliz su mamá.

Las autoridades de la institución también felicitaron a Máximo. Silvia Piergentili, directora del colegio, manifestó que representa un orgullo como alumno por su responsabilidad, esfuerzo y perseverancia, siendo un ejemplo para todos sus compañeros.

La vicedirectora, Silvia Casalvieri, destacó el esfuerzo de los padres por trasladarle el ejemplo a su hijo.

Por último, quien más emocionada se mostró fue Nilda Casalvieri, maestra de segundo y quinto grado del adolescente, quien siempre las recuerda. “Tengo los mejores pensamientos porque es un niño muy especial, generoso, solidario, respetuoso, cumplidor, superresponsable. Está atento a todas las necesidades de sus compañeros y maestros. Mi consejo es que siga su sueño, que no se detenga, que las frustraciones también son buenas y enseñan a crecer y a seguir adelante”, aseguró la docente.

Un estudiante que rompe las estadísticas de la cantidad de asistencias

Según el último informe del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA), la Argentina quedó, entre 65 países, primera en faltas y tercera en cantidad de rateadas. Participaron en esta prueba 5.900 estudiantes de 15 años de 226 escuelas.

Para los especialistas mendocinos, “no es extraña esta problemática, que se ha transformado en norma desde hace varios años”.

Son muchos y variados los factores que hacen que un niño falte al colegio, llegue tarde o no asista regularmente. Sin embargo, Máximo está en la vereda opuesta y se destaca por asistir sin excusas todos los días del ciclo lectivo.

Toda la familia lo acompañó

Máximo posó junto a su familia, conformada por su madre, Silvia, su padre, Osvaldo, su tío Eugenio, su tía Griselda y sus hermanos, Candela y Joaquín. Todos se mostraron sumamente orgullosos y emocionados cuando le entregaron el reconocimiento, y destacaron que se trata de un mérito propio por perseverancia, voluntad y pasión.

«La asistencia perfecta es un honor para mí porque fueron 8 años, desde salita de cinco hasta séptimo. Trataré de seguir igual.» Máximo Costa

«Es muy reconocido por sus compañeros. Así fue la alegría de todos cuando quedó en la bandera papal, porque es un chico excelente.» Nilda Casalvieri, maestra de segundo y quinto grado.

Fuente: Diario Uno